El tamaño de la posición, no sólo está relacionado con el uso del dinero que marque nuestro sistema, nuestro Trading Plan, también tiene que ver con la capacidad personal para aguantar las pérdidas.

El otro día un alumno, reflexionando sobre su money management, sobre su gestión del riesgo, preguntaba que, si él tenía asignado arriesgar un 1% de su capital en cada operación, cuando su cuenta iba aumentando o disminuyendo con el tiempo, si debía mantener ese 1% o mantenía la cantidad fija resultante del capital de partida.

La respuesta es sencilla, lógica, pero tiene sus trampas.

Si tu capital disminuye, como consecuencia de una racha de pérdidas, SE DEBE ajustar el riesgo a asumir en cada operación. Si dispones de una cuenta de 10.000 € y tu Trading Plan te permite arriesgar un 1%, arriesgarás 100 € por operación. Si, supongamos, que durante un mes, tu capital ha disminuido y tienes 9.000€, el capital a arriesgar debe disminuir, el 1% se convierte en 90€.

Pero, ¿qué hacemos si aumenta? Porque puede suceder, que un mes, ganemos 1000 €, nuestra cuenta se incremente a 11.000 €, con lo que siguiendo escrupulosamente nuestro Trading Plan, arriesgando un 1%, ponemos en juego 110 € por operación, algo probablemente asumible psicológicamente. Pero y si, nuestro capital aumenta fuertemente, sea porque hemos tenido una racha buena o sea también, porque estamos  haciendo las cosas bien, hemos llegado a la consistencia y tenemos beneficios consistentes.

Supongamos que en 1 año, pasamos de un capital de 10.000 € a otro de 30.000 €. ¿Nuestra mente estará preparada para gestionar emocionalmente una pérdida de 300 €? Esa es la cuestión.

Aunque nuestro Trading Plan nos lo permita, hay que siempre anteponer nuestra capacidad emocional de ser capaces de que esa pérdida por operación, no nos suponga ningún tipo de dolor. Si estamos preparados, perfecto, adelante. De eso se trata, de, a medida que avanzamos en nuestra consistencia y aumentan las ganancias, podamos arriesgar más capital (con el mismo %) para poder, así, incrementar los beneficios.  Pero si, en este avance, llega un momento en que nos duele perder ese dinero en cada trade, debemos parar, plantearnos esa cuestión y reducir el capital expuesto, por ejemplo, manteniendo el que anteriormente asumíamos y esperar a ganar más confianza, para volver a aplicar el % del 1%, que dábamos como ejemplo.

Pensar que si hay dolor en la pérdida, eso nos llevará a uno de los enemigos emocionales en el trading, el miedo. Y si hay miedo operando, hay miedo a perder y se pueden empezar a desencadenar problemas emocionales, como por ejemplo, mover los stops, no ser capaces de asumir una pérdida, con lo que se puede acabar convirtiendo en una pérdida mayor.

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