La avaricia, no solo te puede hacer perder lo ganado, sino que además puede llegar a desencadenar muchas emociones negativas.
«Has jugado muy bien… Jugabas en el momento justo, eres convincente, has jugado a lo grande y abandonaste cuando debías.»
Película interesante protagonizada por Jim Sturgess y Kevin Spacey, entre otros.
Ben Campbell (Jim Sturgess) es un muy buen estudiante que, gracias a sus excelentes notas y a su inteligencia, es «fichado» por un grupo de estudiantes encabezado por un profesor (Kevin Spacey), para jugar al blackjack en casinos de Las Vegas. Al principio, le va muy bien y su profesor le felicita.
Fijémonos en lo que le dice al final: «abandonaste cuando debías».
Esto es CLAVE. Si no sabemos poner stop a nuestra operativa tras unos resultados X, podemos perder todo lo ganado y más allá, sin mencionar, las consecuencias psicológicas que eso nos puede producir.
Vamos por partes. ¿Cómo paramos nuestra operativa si estamos ganando? Pues gracias a nuestro trading plan. En él hemos de definir nuestro money management, no solo en cuanto a pérdidas se refiere, sino también en cuanto a ganancias. Si operamos en intradía, estamos obligados a ponernos límites diarios y semanales y si estamos operando en swing, hay que admitir cierta flexibilidad pero con un control, ya no tanto de ganancias, sino de pérdidas dispuestos a asumir semanalmente, para evitar sobreoperar. Y hemos de tener definido muy bien nuestro profit en cada operación, saber salir es otro aspecto fundamental y muy difícil. Otra posibilidad que nos frenaría la avaricia es ponernos un límite de operaciones. En intradía funciona bien, por ejemplo, tener un máximo de 3 operaciones diarias. Si a la primera ganas o pierdes, puedes hacer una segunda. Si vuelves a ganar, fin del día y celébralo, pero párate aquí y evitarás las consecuencias de la avaricia. Y si la segunda operación sale con pérdidas, pon también final al día. Si tienes un correcto money management con un ratio mínimo 1-2, acabarás con beneficios y no te expondrás a terminar un día con pérdidas, después de haberlo empezado ganando. Lo que siempre aconsejo, ¡ NO ACTIVEMOS EMOCIONES !
Y por otra parte, las consecuencias emocionales pueden ser muy negativas. Es más doloroso perder lo que se acaba de ganar que perder una operación, siendo ésta la primera. Está claro, que nada debería provocarnos ningún dolor emocional, porque estamos ante un trabajo basado en probabilidades y en la incertidumbre ante una operación dada, pero si todavía no tenemos la mente preparada, perder lo que has acabado de ganar, provoca dolor y puede desatar el sentimiento de venganza e ira. Y el final puede ser desastroso, cuando empezamos ganando!!!!!
La avaricia es así, nos incita a operar más y más y a querer ganar una y otra vez, pero sabemos que esto no funciona así, por probabilidades, con lo que hay que poner freno de alguna manera, cada uno que busque la que mejor se adapte a su operativa.
Recordemos siempre, el trading ha de ser sostenible en el tiempo, buscamos resultados regulares no un día de euforia.