Wikipedia define la resiliencia o entereza como «la capacidad para adaptarse levemente con resultados positivos frente a situaciones adversas». Estas situaciones adversas pueden tener como origen un trauma, una amenaza o simplemente fuentes de tensión significativa.
No cabe duda de la importancia de conseguir ser resilientes en nuestra vida cotidiana. Ello se ha puesto más que en evidencia este año 2020.
¿Es importante este concepto en el trading? Mucho. ¿Cómo si no, podemos en nuestra fase de aprendizaje, donde muchas operaciones terminan con pérdidas, seguir adelante?
Hay muchos momentos en este largo camino hacia la consistencia, donde la frustración es de tal magnitud que hace que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesaria para seguir adelante. Y en este punto, tenemos que elegir entre dos caminos: sentir que hemos fracasado dejándonos vencer o apostar por la resiliencia, teniendo la capacidad de sobreponernos y salir fortalecidos.
¿Implica optimismo el ser resiliente? Sí, por supuesto. Implica ver el mundo como un camino con muchas piedras, sí, pero no suficientemente altas como para no poder saltarlas y seguir avanzando. Implica que, ante un tropiezo con una de ellas, seas capaz de sacar una sonrisa y reírte un poco de la situación y hasta de ti mismo.
¿Es una cualidad con la que se nace? No. No venimos de serie con ella. Podemos haber tenido un entorno favorable para ella, pero es una cualidad que podemos ir desarrollándola a lo largo de nuestra vida. Eso sí, requiere cierto esfuerzo por nuestra parte, un esfuerzo mental y de actitud ante la adversidad.
¿Cómo podemos mejorar nuestra capacidad de ser resilientes en el trading?
Primero. Acepta tu situación actual en este camino hacia la consistencia. Ya sabemos que es una carrera de fondo y que no podemos saltar del 1 al 10. Bien, pues no te obceques en ir a buscar algo que no encontrarás, por ahora. Reconoce tu «número» actual y que tu esfuerzo se centre en avanzar al siguiente. Vive el aquí y ahora.
Segundo. Conoce en qué punto estás, trabaja tus debilidades y dónde debes mejorar, para establecer planes de acción en tu operativa.
Tercero. Gestiona tus emociones. Sabes qué es lo que más te afecta cuando estás operando (¿te cuesta perder?). Bien, pues busca herramientas para que no te impidan sacar lo mejor de ti en cada sesión operativa.
Cuarto. Ante el error, aprende. Analiza tus equivocaciones y plantéate qué podrías haber hecho de forma diferente para haber obtenido un resultado distinto. No te preguntes por qué, sino cómo. No te derrumbes ante los fallos ni te hundas ante pensamientos de reproche. Emplea tu energía en aprender de ellos y avanzar.
Quinto. Sé objetivo y positivo. Conoce tus potencialidades, tus objetivos y tus recursos o posibilidades, pero también sé consciente que no hay nada ni 100% positivo ni 100% negativo. No hay nada imposible ni nada importante que se consiga fácilmente. No hay oscuridad sin luz. Mira las cosas desde otra perspectiva para que las dificultades no se conviertan en dramas.
Sexto. Sé flexible ante los cambios. Si hay que hacer cambios para mejorar nuestra operativa, nos adaptaremos y cambiaremos nuestras estrategias a seguir. Seamos capaces de descubrir y valorar diferentes opciones y ajustar las acciones para lograr nuestros objetivos.
Séptimo. Sé tenaz en la búsqueda de la consistencia. Ser resiliente no implica no saber cuál es nuestro objetivo final y perseverar hasta conseguirlo. Implica mantenerse firme y luchar por lo que nos proponemos.
Octavo. Rodéate de aquellos que sumen, que tengan una actitud positiva ante las dificultades que nos ayuden en los momentos más difíciles.
Noveno. Confía en ti. Seguro que en el día a día de tu operativa, detectas puntos fuertes y mejoras significativas que se van poniendo de manifiesto en tus sesiones. ¡Aprovéchalas!
Décimo. Disfruta del camino y mantén el buen humor. Será difícil, será duro, será largo…pero también será divertido y disfrutarás al final, del objetivo merecido.
