En una entrevista a un copiloto de Iberia, hace ya algunos años:
“A mí me resulta muy curioso ver de fuera lo que dentro no vemos, porque de fuera es más espectacular, dentro es todo técnico y para nosotros, sin ánimo de repetirme, es muy cotidiano y cuando lo ves desde fuera es bonito.
En aviación, no queda nada a la iniciativa propia, es decir, yo hago esto o no hago esto. Está todo atado, hay cosas que se pueden hacer y cosas que no se deben hacer.
No hay pilotos más valientes. Los pilotos valientes no son buenos pilotos, es un tema técnico total”.
El trading, visto desde fuera, puede parecer emocionante y lleno de adrenalina. Sin embargo, cuando uno adquiere la consistencia es porque ya ha descubierto que no tiene nada de todo eso.
El trading es todo técnico, todas nuestras actuaciones están atadas y detalladas en nuestro sistema de trading y por supuesto, hay cosas que no se deben hacer.
No hay traders valientes, simplemente seguimos nuestras reglas, sin ninguna emoción añadida.
Un piloto de avión, debe seguir el plan de vuelo instrumental y las instrucciones del control aéreo. Antes del despegue, estudia los planes de vuelo y se asegura de que los controles de la aeronave funcionan correctamente. También tienen que comprobar las condiciones meteorológicas y comunicarse con el control del tráfico aéreo.
Antes de empezar nuestra operativa, es conveniente repasar nuestra estrategia, hacer las comprobaciones pertinentes de conexión a internet, auto-check list personal, condiciones adecuadas para operar, graficación y análisis de nuestros gráficos …
Cuando un aspirante a piloto entra en la escuela de aeronáutica comprende rápidamente que detrás de un piloto se esconde una profesión muy exigente que requiere de ciertas características que van más allá de que volar sea su gran pasión.
Cuando empiezas a adentrarte en el mundo del trading y te encuentras cara a cara con el principal obstáculo, es decir, tú mismo, es cuando te das cuenta de que hacer trading es tremendamente exigente y que va a pedir de ti más de lo que nunca has dado en ninguna otra profesión. Operar en los mercados, te debe apasionar, pero eso no será suficiente para lograr tus objetivos.
En la carrera de aviación comercial se trabaja para evitar y prevenir que la tripulación tome decisiones apresuradas o inapropiadas. Usan herramientas de toma de decisiones que proporcionan una estructura y disciplina del proceso. Una de ellas es la llamada PIOSEE:
Problema-Información-Opciones-Selección-Ejecución-Evaluación.
Para avanzar de forma sólida en nuestra carrera como traders, debemos construir una herramienta imprescindible para saber cómo operar y qué hacer en cada momento: nuestro Trading Plan que, a la vez, contiene el sistema de trading. Éste nos ha de proporcionar toda la información para ante cualquier situación que nos encontremos, saber siempre cómo tenemos que actuar, proceder, ejecutar y evaluar.
En cuanto a cualidades de un piloto, una de las más valoradas es el tesón, que cuenta con 6 aspectos: competencia, orden, sentido del deber, necesidad de logro, autodisciplina y deliberación. Es imprescindible la precisión y disciplina con la gestión y la vigilancia de la automatización.
Un buen trader, debe tener entre otras muchas cosas, una autodisciplina inmejorable. Dado un correcto manual de actuación (Trading Plan), lo que nos hará poco a poco, ir adquiriendo regularidad en beneficios, es el cumplimiento inexcusable de cada coma que haya en él.
Como decía el copiloto de Iberia, “no queda nada a la iniciativa propia”.
¿Aceptamos el reto de pilotar nuestro trading de igual forma que un piloto lo hace con el avión?
¿Nos comprometemos a ser profesionales del trading o seguiremos en busca de emociones?
Demos un paso adelante.