«El trader típico no define previamente su riesgo, no corta sus pérdidas o no recoge sistemáticamente sus beneficios porque no lo cree necesario. La única razón por la que cree que no es necesario, es porque cree saber ya lo que va a ocurrir, fiándose de lo que percibe en cada momento. Si ya lo sabe, entonces no tiene realmente ninguna razón para aplicar esos principios. Creer, suponer o pensar «que se sabe», será la causa de virtualmente todos los  errores de trading que es posible cometer». Trading en la zona, de Marc Douglas.

 

Forma parte de nuestra naturaleza pensar, suponer, creer, porque tenemos unos conomientos y una intuición y hay cierta predisposición humana a creer saber lo que ocurrirá. Bien, a veces, bien gestionado, esto puede ser una ventaja. La intución puede ser buena, ya que nos evitará ciertos males y nos puede llevar por buen camino.

Pero en el trading puede ser peligroso. La intución sigue siendo buena, ya que fruto de nuestros años observando los mercados, hemos aprendido a interpretarlos y adquirimos cierta sensibilidad que, no es más, que toda la experiencia adquirida. Un buen trader, la usará a su favor.

Pero, cuidado. A veces, esta intuición nos puede hacer creer que hay ciertas seguridades en lo que va a suceder y ahí está el peligro de esta sensibilidad. Cuando el «observo que podría…» pasa a ser un «seguro que va a hacer…», cometemos algunas prácticas erróneas en el trading que nos llevan a más de una desgracia.

La práctica más común es no poner stops. Eso tal vez no signifique que no hayamos definido dónde tenemos que salir, tanto si la operación va mal como si va bien. Puede, que lo tengamos muy claro, pero no ponemos la orden en el mercado de salir en cualquiera de las dos direcciones. Eso ocurre porque creemos que nosotros ya sabemos controlar la operación y estamos tan seguros de que irá en una determinada dirección, que es imposible que se gire y por si acaso, no ponemos un stop loss, no sea que una sombra nos eche del mercado antes de que la operación coja la dirección que estoy seguro que cogerá.

Y luego viene la segunda parte. Si la operación coge una dirección contraria a nuestra posición en el mercado, esta seguridad de saber lo que va a ocurrir, hará que no cortemos las pérdidas e iremos viendo, tick tras tick, como ese número rojo se va haciendo cada vez mayor y el sufrimiento que tendremos es importante, por no hablar del daño que le haremos a la cuenta.

Es sumamente importante tener muy claro que nuestras operaciones no tienen un final certero y es indispensable, poner siempre un stop loss, por mucho que creamos en esa operación, nunca sabremos 100% el final. Además, con una buena gestión monetaria, que cada pérdida, cada salto de stop loss no nos produzca dolor emocional, la tranquilidad con la que operaremos no tiene precio.

En el trading, una operativa sin que nos cause stress es fundamental para unos resultados consistentes. El stop loss es un aliado, no un enemigo.

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